lunes, 30 de diciembre de 2013

Nueva identidad



Annike, que por aquel entonces aún era conocida como Andrea Schwarz, trató de quitarse la vida poco después de cumplir los quince años y, gracias a la intervención de unos de los chicos con los que había jugado meses antes ella sobrevivió. El odio que Andy sentía hacia el mundo recayó ahora sobre ella, empezó a culparse a sí misma por la muerte de su madre, por las agresiones de su padre y por muchas otras cosas que no tenían nada que ver con ella.

Las pesadillas invadieron sus noches y el eco de éstas sus días. Andy estaba cada vez más irreconocible hasta que llegó un momento en el que no quedaba ya nada de la niña que había sido alguna vez. La sumisión que hasta ahora había mostrado a su padre se desvaneció, adquirió el valor suficiente para enfrentarse varias veces a él aunque acabó aprendiendo a que no merecía la pena hacerlo de esta manera. Así es como empezó a buscar la forma de librarse de él de forma definitiva y como decidió que ni las reglas ni los principios estaban hechos para ella.

Comía poco, dormía menos y abandonaba sus planes una y otra vez catalogándolos de "inservibles" o "poco efectivos", ella no quería huir y vivir eternamente con el miedo a ser encontrada y correr la misma suerte que su madre, tampoco quería arriesgarse a denunciarlo "los ricos nunca permanecen mucho tiempo en la cárcel" solía decirse a sí misma. Al final únicamente quedaba una opción y, quizás no era demasiado agradable pero fue la que convenció a Andy.

Fue su mechero el que le dio la idea. Justo el día de su cumpleaños colocó en la sala donde se celebraría una bomba que ella misma había aprendido a construir y la haría explotar independientemente de quien estuviera dentro. "Daños colaterales" Murmuró el día en el que ya no había vuelta atrás. La sala estaba llena, las salidas casi inaccesibles y ella en el interior de la casa. Nada le importaba, la hora estaba cada vez más cerca pero ella no temía morir pues llevaba mucho tiempo muerta en vida.

Esta vez no fue una de las que creyeron haberse ganado su corazón quien la salvó, sino un ataque de pánico. Justo en el momento en el que Andy salía del edificio tratando de salvar a una de las pocas personas que la había apoyado durante su infancia la bomba explotó matando a su acompañante y creando grandes heridas en su cuerpo.

El tiempo no estaba de su parte, pronto la policía haría preguntas pues ella no se había molestado en no dejar pistas por lo que tomó un nuevo nombré y huyó a Londres.

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